La fiebre es una respuesta a una variedad de condiciones. La causa más común es la infección.
Todo niño desarrollará fiebre en algún momento de su vida.

No hay un único valor definido de fiebre porque hay variaciones normales en la temperatura corporal, sin embargo los siguientes son valores considerados como una alza térmica:

• Temperatura rectal arriba de 38 grados C.
• Temperatura oral arriba de 37.8 grados C.
• Temperatura axilar arriba de 37.2 grados C.
• Temperatura en oído arriba de 38 grados C.
• Temperatura en la frente arriba de 38 grados C.

La temperatura axilar, en oído y en la frente son más fáciles de tomar que la oral y la rectal, pero son menos precisas y pueden requerir confirmación en algunos niños.

Las infecciones son la causa más común de fiebre en niños, infecciones virales y bacterianas comunes tales como gastroenteritis, infecciones del oído, laringotraqueitis, bronquiolitis e infección de vías urinarias, pero hay muchas otras causas y le corresponde al pediatra hacer el diagnóstico diferencial.

Hay pros y contras para tratar la fiebre ya que la fiebre juega un papel en la lucha del organismo contra la infección, pero también puede ocasionar malestar en el niño.

El tratamiento debe ser valorado en cada situación y los padres que tengan preguntas deben consultar con su pediatra.

• Los niños que tienen menos de 3 meses de edad, que tienen temperatura rectal de 38 grados C o mayor deben ser evaluados aunque luzcan bien. Estos niños no deben recibir medicamentos para la fiebre hasta que hayan consultado un pediatra.
• Los niños que tienen de 3 meses a 3 años de edad que tienen temperatura rectal igual o mayor a 38 grados C (100.4 grados F) por más de 3 días o que tienen apariencia de enfermos ( llanto, irritabilidad, rehúsan comer o beber) también necesitan ser evaluados por pediatra.
• Niños de 3 a 36 meses que tienen temperatura rectal igual o mayor a 38.9 grados C (102 grados F).
• Niños de cualquier edad con fiebre de 40 grados C (104 grados F) o mayor tomada en boca, recto, frente o membrana timpánica o de 39.4 grados C (103 grados F) y más si es tomada axilar.
• Niños de cualquier edad con crisis convulsivas por fiebre (estas crisis ocurren en niños entre los 6 meses y 6 años de edad), generalmente con temperatura arriba de 38 grados C (100.4 grados F).
• Niños con fiebre recurrente de más de 7 días aun cuando la fiebre dure pocas horas.
• Niños de cualquier edad con fiebre y alguna enfermedad crónica como cáncer, lupus, anemia de células falciformes.
• Niños con fiebre y exantema en piel.

Es recomendado en pacientes con convulsiones febriles aunque no las previene. En niños que tienen un problema médico subyacente (enfermedades de corazón, pulmones, cerebro, etc).

Los medicamentos para la fiebre ayudan a que el niño se sienta bien, pero generalmente no son necesarios.

Los medicamentos que se pueden usar son acetaminofén también llamado paracetamol o ibuprofeno; estos reducen la fiebre de 1 a 1.5 grados C (2 a 3 grados F). La aspirina no está recomendada en niños menores de 18 años porque puede ocasionar complicaciones graves como el síndrome de Reye.

El acetaminofén puede usarse cada 4 a 6 horas según sea necesario, pero no debe darse más de 5 veces en 24 horas. No debe ser usado en niños menores e 3 meses si no se consulta al pediatra. La dosis debe ser calculada de acuerdo a los kg de peso, no a la edad.

El ibuprofeno se puede dar cada 6 horas, preferentemente no debe ser usado en niños menores de 6 meses.
Son de venta libre en farmacias y en la caja viene la dosis que le toca a cada niño de acuerdo a su peso.

La combinación de acetaminofén e ibuprofeno o bien su uso en forma alterna incrementa las posibilidades de mejorar la fiebre, pero incrementa el riesgo de dar dosis equivocadas si no hay vigilancia médica.

La reducción de fiebre con medicamentos debe hacerse sólo si es necesario y suspenderse cuando se controle.

Los niños con fiebre deben incrementar la ingesta de líquidos para prevenir deshidratación, hay que ofrecer más frecuentemente leche, gelatina, sopas, aunque sea en pequeñas cantidades porque sus ingestas tienden a disminuir.

Los niños pueden regresar a la escuela y actividades normales después de 24 horas sin fiebre, siempre y cuando la enfermedad de base no sea contagiosa, estén con tratamiento médico para la enfermedad que produjo la fiebre y su estado general sea bueno.