Los niños pequeños que tienen infección del tracto urinario y no hablan todavía pueden manifestarse con llanto, irritabilidad o fiebre. Los niños que ya hablan pueden manifestar dolor o ardor al orinar. Si la infección está localizada en los riñones puede no haber manifestaciones de molestias al orinar.
El tracto urinario está compuesto por dos riñones, dos uréteres, la vejiga y la uretra. Ninguna bacteria vive normalmente en estas áreas. Cuando las bacterias entran en la vejiga o los riñones se pueden desarrollar una infección. Estas infecciones son llamadas infecciones del tracto urinario.
Las infecciones renales son las más serias de las infecciones del tracto urinario porque si no se tratan rápidamente pueden dañar permanentemente los riñones.
En niños sanos la mayoría de las infecciones urinarias son causadas por Escherichia coli, una bacteria que se encuentra normalmente en las heces. Esta bacteria se puede pasar del ano a la uretra y vejiga causando infección.
Algunos niños tienen altas probabilidades de desarrollar infecciones del tracto urinario, algunos factores de riesgo para ello son los siguientes:
Los síntomas de una infección del tracto urinario dependen de la edad del niño.
Los niños mayores de 2 años presentan dolor o ardor cuando están orinando, necesidad frecuente de orinar, dolor en la parte baja del abdomen o a los lados de la espalda baja, fiebre mayor a 38 grados C o 100.4 grados F.
Los síntomas de los niños menores de 2 años incluyen uno o más de los siguientes: fiebre la cual puede ser el único síntoma, vómito, diarrea, irritabilidad, malas ingestas, dificultad para ganar peso.
Si usted cree que su niño tiene una infección del tracto urinario haga una cita con la pediatra en las siguientes 24 horas. Esperar a iniciar el tratamiento puede incrementar el riesgo de daño a los riñones.
Es necesaria una muestra de orina para determinar si el niño tiene infección del tracto urinario. En niños pequeños que no están entrenados para ir al baño, usualmente es necesario colocar un sonda estéril dentro de la vejiga para obtener una muestra recolectora de orina. El uso de bolsas recolectoras de orina no es adecuado porque los resultados pueden ser equivocados por contaminación.
En niños mayores que pueden usar el baño, se puede recolectar la muestra directamente en un frasco estéril.
Después de obtener la orina se puede hacer una prueba con una tira reactiva en el consultorio o un examen general de orina en el laboratorio, si esta es positiva se tendrá que confirmar el diagnóstico con un cultivo. El cultivo ayuda a decidir cuál es el mejor antibiótico para tratar la infección, sin embargo el resultado tarda en salir de 48 a 72 horas, por tal razón después de enviada la muestra para cultivo, se iniciará tratamiento antibiótico basados en el primer examen y el cultivo ayudará a determinar si es suficiente el tratamiento que se inició o es necesario agregar otro medicamento.
Las pruebas de imagen tales como ultrasonido, pueden mostrar si el tracto urinario no fue formado adecuadamente antes de nacer. Si el sistema urinario es anormal es un factor de riesgo para infecciones urinarias de repetición.
El ultrasonido renal se hace en niños menores de 3 a 5 años de edad. Los niños que tienen más de una infección urinaria requieren más de un estudio de imagen como el uretrocistograma miccional para descartar anomalías que no se ven con el ultrasonido.
El ultrasonido utiliza ondas de sonido para crear una imagen de los riñones. Durante el examen se aplica gel en la piel de la espalda del niño y del abdomen haciendo una pequeña presión con el transductor del aparato contra el cuerpo. No ocasiona dolor y usualmente dura menos de 30 minutos.
El uretrocistograma miccional es un examen de rayos X que muestra la vejiga y la uretra. Esta prueba también puede mostrar si la orina pasa de la vejiga a los ureteros o a los riñones; esta entidad se llama reflujo vesicoureteral. El reflujo vesicoureteral puede incrementar el riesgo de que los niños tengan infecciones renales. Este examen toma de una a dos horas.
Se usan antibióticos para tratar la infección de vías urinarias. El mejor antibiótico depende de la edad de niño, el germen que causa la infección de vías urinarias y la resistencia que tiene el germen. La mayoría de los niños mayores de 2 meses de edad reciben antibióticos vía oral.
Si el niño es menor de 2 meses de edad, si está vomitando o es incapaz de tomar medicamentos vía oral, puede ser necesario ingresar al hospital para administrar antibióticos intravenosos.
Los antibióticos son prescritos usualmente por un total de 5 a 10 días. En todos los casos es importante que el niño tome cada dosis de antibiótico a tiempo y termine toda la medicina.
Su niño debe sentirse mejor en 24 a 48 horas después de iniciar antibióticos. Si su niño no mejora o está peor, debe ser evaluado nuevamente por un pediatra. La mayoría de los niños que tienen infección de vías urinarias no tienen daño a largo plazo. No es necesario tener otro examen de orina después de que el niño ha terminado el tratamiento si los síntomas se han resuelto.
Cerca del 8 a 30% de los niños que tienen una infección de vías urinarias desarrollan otra infección del tracto urinario. Esto pasa usualmente a los 6 meses después de la primera infección y es más común en niñas; por lo que es importante recibir atención médica de inmediato si presentan fiebre nuevamente. La evaluación de los episodios de fiebre y/o síntomas urinarios incluye una recolección de orina apropiada la cual debe ser enviada para examen general de orina, cultivo o ambos.
Los pacientes con disfunción de vejiga o de intestino deben tener los cuidados correspondientes a su condición.
Se sugiere prevención con antibióticos en niños con reflujo vesicoureteral que tienen infección del tracto urinario frecuentes (3 infecciones del tracto urinario en 6 meses o 4 en un año) Se pueden usar trimetroprim + sulfametoxazol y nitrofurantoína para profilaxis).
Los antibióticos profilácticos o preventivos se continúan de 6 a 12 meses. Pueden ser suspendidos si no existe infección en el período de profilaxis.
No se sugiere el uso de rutina de jugo de arándano para prevención de infecciones del tracto urinario recurrentes en niños.
El tratamiento de problemas de vejiga y constipación intestinal ayudan a prevenir infecciones futuras del tracto urinario.