La rinitis se refiere a la inflamación de la cavidad nasal. Esta inflamación puede causar una variedad de síntomas incluyendo estornudos, comezón, congestión u obstrucción nasal, escurrimiento de moco nasal (flujo nasal) y descarga retronasal (sensación de que el moco drena de senos paranasales a la parte posterior de la garganta).

Los episodios cortos de rinitis son causados habitualmente por infecciones del tracto respiratorio por virus (resfriado común). La rinitis crónica, usualmente es causada por alergias, pero puede ocurrir también por sobre uso de ciertas drogas, alguna condición médica y otros factores no identificables.

Para muchas personas la rinitis es una condición crónica. Afortunadamente los síntomas de rinitis pueden ser controlados usualmente con una combinación de medidas ambientales, medicamentos e inmunoterapia.

La rinitis alérgica también conocida como fiebre del heno afecta aproximadamente al 20% de la gente de todas las edades. El riesgo de desarrollar rinitis alérgica es mucho más alta en personas con asma o eccema y en personas que tienen historia familiar de asma o rinitis.

La rinitis alérgica puede iniciar a cualquier edad, no obstante la mayoría de las personas desarrollan los primeros síntomas en la niñez o juventud.

Los síntomas son más severos en niños y en personas de más de 30 o 40 años, sin embargo los síntomas tienden a variar en el transcurso de la vida.

Los pacientes pueden experimentar períodos sin síntomas.

La rinitis alérgica es causada por una reacción nasal a pequeñas partículas aéreas llamadas alérgenos (substancias que producen reacción alérgica). En algunas personas estas partículas también causan reacciones en pulmones (asma) y ojos (conjuntivitis alérgica).

La reacción alérgica es caracterizada por activación de 2 tipos de células inflamatorias llamadas mastocitos y basófilos. Estas células producen substancias inflamatorias tales como histamina, la cual causa congestión, flujo nasal, comezón y estornudos.
Después de varias horas esta substancia activa otras células inflamatorias que pueden causar síntomas persistentes.

La rinitis alérgica puede ser estacional (ocurriendo durante estaciones específicas) o perene (ocurriendo todo el año).

Los alérgenos que más comúnmente producen rinitis perene son polvo casero, cucaracha, caspa de animales y hongos. La rinitis perene tiende a ser más difícil de tratar.

Los síntomas de rinitis alérgica varían de persona a persona. No obstante el término “rinitis” se refiere únicamente a síntomas nasales, muchas personas experimentan también problemas con sus ojos, garganta y oídos. Pueden tener alteraciones del sueño. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

• Nariz.- Descarga nasal acuosa, obstrucción nasal, estornudos, comezón en nariz, flemas en la garganta, pérdida del gusto, dolor o presión facial.
• Ojos.- comezón, ojos rojos, sensación de cuerpo extraño, ojeras y engrosamiento de párpados inferiores.
• Garganta y oídos.- Dolor de garganta, cambios en la voz, congestión de oídos, comezón de garganta y oídos.
• Sueño.- Respiración bucal, despertares frecuentes, fatiga durante el día, dificultad para trabajar.

Cuando el alérgeno está presente todo el año los síntomas que predominan son descarga de flema postnasal, congestión nasal persistente y mala calidad del sueño.

El diagnóstico de rinitis alérgica se basa en el examen físico y los síntomas ya descritos. El examen médico puede confirmar el diagnóstico e identificar los alérgenos disparadores.

• Considerar los factores que preceden los síntomas.
• Notar el tiempo en el que inician los síntomas.
• Identificar los alérgenos potenciales en la casa, trabajo y escuela.
• Las pruebas cutáneas pueden ser útiles para personas que no controlan bien sus síntomas con medicamentos o en los que los alérgenos implicados no son tan obvios.

El tratamiento de rinitis alérgica incluye reducción de la exposición a alérgenos y otros agentes disparadores en combinación con medicamentos. En la mayoría de las personas estas medidas controlan los síntomas.

Hay algunas medidas simples que pueden reducir la exposición a alérgenos y disparadores que provocan rinitis alérgica (ropa anti ácaros por ejemplo).

El mejor tratamiento médico dependerá de los síntomas y preferencias personales del paciente.

El lavado nasal con solución salina es llamado irrigación nasal. Hay distintas marcas disponibles en el mercado de los spray, sin embargo no son tan efectivos como usar grandes cantidades de agua salina en una irrigación.

La irrigación es útil para limpiar la nasofaringe (obstrucción y congestión nasal). El tratamiento ayuda a sacar los alérgenos e irritantes de la nariz. Es útil limpiar nariz con solución salina antes de aplicar spray con medicamentos para que estos tengan un mejor efecto.

El lavado nasal con solución salina tibia puede hacerse tantas veces como sea necesario (una o dos veces por día si los síntomas son severos).

El lavado nasal tiene pocos riesgos cuando se realiza correctamente y si se hace con solución salina estéril.
Se pueden usar distintas jeringas y spray para realizar el lavado.

Los glucocorticoides nasales también llamados esteroides en spray son la primera línea de tratamiento para los síntomas de rinitis alérgica. Estos medicamentos tienen pocos efectos colaterales y mejoran dramáticamente los síntomas en la mayoría de las personas. Los estudios muestran que son más efectivos que los antihistamínicos orales para mejorar los síntomas.

Los glucocorticoides disponibles en el mercado son fluticasona, mometasona, budesonida, flunisolide, triamcinolona, beclometasona y ciclesonide. Estos medicamentos se dosifican de una forma diferente y se administran con una frecuencia diferente que determinará su pediatra según el caso de cada paciente.

Los pacientes con rinitis severa pueden necesitar usar descongestionantes nasales por pocos días antes de iniciar el uso de glucocorticoides para reducir la obstrucción nasal. Otros pacientes pueden liberar los síntomas con el primer día de tratamiento con glucocorticoides nasales y en algunos otros su máxima efectividad se ve en días o semanas. Por esta razón los glucocorticoides nasales son más efectivos si se usan regularmente. Algunas personas necesitan dosis más pequeñas cuando los síntomas son menos severos.

El spray nasal trabaja mejor si se usa apropiadamente. El medicamento debe permanecer en la nariz en lugar de ser drenado hacia la faringe posterior. Si la nariz está obstruida o contiene moco se puede limpiar con solución salina antes de aplicar el spray con medicamento.

La cabeza debe ser posicionada discretamente hacia atrás. El spray debe ser dirigido al lado contrario del tabique nasal. Después de dar el disparo el paciente puede aspirar gentilmente para que el medicamento vaya a la parte alta de la nariz. Evitar inhalar con fuerza para que el medicamento no se vaya a la garganta.

Esta combinación parece mejorar más los síntomas de rinitis que el uso solo de alguno de los dos en estudios clínicos. La combinación está aprobada para su uso en niños mayores de 12 años. Los efectos colaterales más comunes son mal sabor, sangrado nasal y dolor de cabeza.

Los descongestivos como la pesudoefedrina y fenilefrina frecuentemente vienen combinados con antihistamínicos. En México la pseudoefedrina está fuera del mercado por considerarse ilegal y muchos laboratorios de la industria farmacéutica la han cambiado por fenilefrina, sin embargo la fenilefrina no es efectiva para tratar rinitis alérgica.

Los descongestivos orales elevan la presión sanguínea y no son apropiados para personas con hipertensión arterial y otras condiciones cardiovasculares.

También hay descongestivos disponibles en spray para administración nasal tales como la oximetazolina y la fenilefrina, sin embargo estos no son recomendados para el tratamiento de rinitis alérgica.

El Cromoglicato previene los síntomas de la rinitis alérgica interfiriendo con la habilidad de liberar substancias químicas que causan inflamación en las células alérgicas. Está disponible en spray pero se tiene que usar 4 veces al día preferentemente antes de que aparezcan los síntomas.

Las vacunas para alergia reducen la sensibilidad a algunos alérgenos (polen, caspa de gato o perro, mohos) Estas no son usadas para alergia a alimentos, latex o a medicamentos.

En niños con rinitis puede ayudar a prevenir asma alérgica.

La inmunoterapia se reserva para personas que responden mal a los medicamentos habituales para minimizar el uso a largo plazo de estos y mejorar sus síntomas.

La inmunoterapia la manejan los alergólogos, se administra poro un mínimo de 3 años. Se puede administrar en inyección o en píldoras sublinguales.

El bromuro de ipratropio es útil para disminuir la rinorrea.
Los modificadores de leucotrienos se reservan para personas que además de rinitis tienen asma o para aquellas que no pueden usar esteroides nasales porque presentan sangrado.